sábado, 4 de agosto de 2012

Fietjes

Fiets = bicicleta
-je = diminutivo

Hoy hemos dado un paso esencial para integrarnos entre los holandeses: comprar bicis. Por supuesto, nada de bicis nuevas; el que sabe es consciente de que se las van a robar seguro (el robo de la bici es como un bautizo de fuego, ya entonces eres uno de ellos) y las compra de segunda mano. Esto es fácil, las venden en varias tiendas de bicis nuevas, en tiendas de alquiler de bicis y en rastros (que aquí son a diario). En el rastro tienes de dos tipos: las que provienen del frío robo y las que provienen del robo desesperado, que son las más baratas porque los vendedores quieren el dinero rápido y las dejan a casi cualquier precio.

Otra opción es buscar por internet en el Marktplaats, una web de compraventa parecida a El Baúl. Yo opté por esto último y tuve la suerte de dar con una usuaria que tenía a la venta dos de hombre y dos de mujer, así que quedamos con ella para verlas y fuimos en bus a su casa, en el lado este de Amsterdam (por cierto, se atraviesan un par de barrios preciosos). La señora resultó ser una rusa cuyo marido es mecánico y se dedica a comprar bicis más o menos cascadas y repararlas para la reventa, o a hacer Frankenbicis con los trozos que le van sobrando. Nos enseñó las bicis, las probamos, les ajustó un par de cosas y elegimos. Como nos llevábamos dos y no nos dedicamos a regatear, le caímos bien y en el precio metió unas alforjas impermeables, nos colocó una silla para Javi bastante robusta y candados (como por la mañana habíamos visto los precios de estas cosas, sabemos que fue un chollo porque sólo los candados de ese tipo salían por unos 14 euros). También nos quería regalar una bici de niño cascadísima que había sido de su hija, pero a Javi le quedaba pequeña así que aceptamos todo excepto esto, pagamos y allá que nos fuimos con nuestras fietsjes nuevas.

Son las típicas bicis de paseo holandesas, robustas y prácticas, algo tocadas pero aún en buen estado. Aquí se pueden ver, recién salidas del sótano donde las guardaban:

Por supuesto los niños fliparon en el camino de vuelta, uno subido en su asiento especial y la niña con la mochila-canguro hasta que mañana le encuentre una silla especial para bebés, que aquí se colocan en el manillar.

2 comentarios:

  1. JAJA, es la misma hice que tiene Monique, pero la de ella es roja y se la mando a pedir a Holanda y nos costo una pasta gansa, pero tienes bici para toda la vida.

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  2. Las bicis holandesas son la leche. Hay de todo tipo, a mí me encantan las Omafiets (bicis de abuela) porque son como tanques, indestructibles! eso sí, como vuelques en una te matas, porque te aplastan.
    Yo la mía la pienso "customizar", aquí todo el mundo las personaliza con mil chorradas, no por decorar sino para hacerlas más difíciles de robar.

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