Tras el papeleo, dedicamos la tarde a seguir con el tema de los pisos, que es pesadísimo. Volvimos a pasar por la inmobiliaria del primer día, donde ahora sustituyendo al holandés que nos atendió se encuentra un franco-polaco muy majo que además ha vivido en España en la época del boom del ladrillo y aún está alucinando con las prácticas inmobiliarias de aquí. Nos contó que las inmobiliarias holandesas van sobradas y que cierran a las 5 de la tarde sin negociación posible, además de no trabajar los sábados, por supuesto. Para él es un misterio que logren mostrar casas teniendo en cuenta que se busca que el inquilino tenga trabajo, pero a la vez se le ponen obstáculos para visitar los pisos fuera de horas de trabajo. En eso la verdad es que Spain is different, nosotros cuando buscábamos piso íbamos en sábado, por las tardes, a la hora de comer e incluso alguna vez era ya de noche. Y cuando nos ha tocado enseñar el nuestro para alquilarlo, lo mismo, la gente desfilaba por casa a horas variaditas. Pero aquí los que hacen eso son extraterrestres. Como ejemplo, nos comentó que una vez se había quedado trabajando hasta las siete al ordenador (que se ve desde la calle), y otra de las chicas, que es colombiana pero lleva aquí desde niña y habla más holandés que español, estaba atendiendo a unos clientes que sólo podían ver los pisos tras las seis de la tarde. Pues bien... entró la policía a pedirles los papeles (a los de la inmobiliaria) porque les pareció sospechoso que alguien trabajase a esa hora, y la deducción "lógica" es que se trataba de trabajadores ilegales porque ningún holandés en su sano juicio trabaja dos horas después del cierre de la empresa, así por la cara.
Foto del Nemo y su terraza, tomada del blog amsterdamapartments.com
Por la tarde, los chicos se fueron al NEMO a empezar a amortizar el carnet de museos (mi hijo logró usar el ajedrez gigante de la azotea del NEMO y ganarle una partida a un niño ruso, lo cual me llena de orgullo y satisfacción) y yo me fui a casa y seguí con mi misión de machacar a las inmobiliarias vía mails y formularios hasta que por puro aburrimiento alguna me respondiese, y parece que al fin lo he logrado, o que estaban todos fuera y han vuelto de vacaciones: tras una semana de ignorarme, hoy me han contestado casi sobre la marcha tres agencias, ¡tres! Casi lloro de la emoción. Dos de ellas, además, nos han dado cita para mañana; la otra se resistía a decirnos dónde era la casa, cosa que complicaba el quedar para verla así que finalmente el tipo (que responde al no muy holandés nombre de Fitzgerald) confesó y cuando lo busqué en el callejero superprofesional resultó que está en Diemen, que es el pueblo siguiente a donde Van Gaal perdió la sandalia, así que dijimos que mejor no. Pues bien (redoble de tambor), ante mi negativa me han ofrecido... ¡buscarme alguna otra casa! He recobrado la fe en la humanidad inmobiliaria y estoy que no me lo creo, cuando ya empezaba a pensar que esta gente pasa de todo y que acabaríamos pagando por el derecho a parquet, el plus por tener grifo en el baño y la tasa especial de circulación de oxígeno, resulta que hay esperanza y algunas inmobiliarias te enseñan casas reales y todo. Mañana, por tanto, será un día interesante.
Ese Javi, ese Javi, ese Javi es!!!
ResponderEliminarEso era, estaban de vacaciones... pues empieza el baileeeee!
ResponderEliminarVaya tela lo de las inmobiliarias!! Aqui como locos por vender un piso y allí cerrando a las cinco de la tarde!! Me alegro por el bono gratis de transporte! Venga que ya queda menos!! :))).....lo del suelo me sigue dejando flipada...!!
ResponderEliminarYa te digo... aunque hemos podido comprobar que lo del suelo no es normal, hoy mismo hemos visto dos y las dos tenían el suelo puesto. Los otros lo que tienen es un morro que no veas.
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