jueves, 9 de agosto de 2012

El becario surrealista

Ayer al final contamos poquito porque fue un día de paliza bicicletil sin precedentes. Primero, por la mañana pasamos por el taller de bicis (donde ya nos conocen, por el pinchazo) a apretar el manillar de la bici de Ale, que se aflojaba. No nos cobraron nada, la verdad es que en general la gente aquí es amabilísima. De ahí nos fuimos en dirección a Haarlem por dos cosas: mañana tenemos cita con Hacienda a medio camino, y queríamos ver cuánto tardábamos en llegar; y además ahí estaba la inmobiliaria del piso que nos interesaba, los que tenían mal la dirección.

Por el camino pasamos por el Westerpark, un parque precioso que tiene ahora expuestas las letras de I Amsterdam. Antes sólo había un conjunto de letras así en el Museumplein, y era imposible fotografiarse con las letras sin que saliesen doscientos turistas más; pero ahora hay letras de estas por todas partes y son muy populares. El conjunto de letras se ha convertido en el lema de la ciudad y cada año se ve más. Cuando llegamos había un par de turistas haciéndose fotos en cada una de las letras, primero una se subía a la "I" y la otra la fotografiaba, luego se bajaba, veía en la cámara de su compi el resultado, se subía a la "a" y otra foto con posturita, se bajaba, etc. A la mitad estábamos ya pensando en irnos o boicotearlas, pero se dieron cuenta de nuestra presencia y pararon para que pudiésemos sacar la nuestra, una sola de los 4 frente al lema. Creo que hay otras en el aeropuerto y alguna más por ahí. Aquí podéis verlas, en la primera "a" hay una turista trepando que llegó justo cuando logramos sacar la foto:


Cuando una buena tirada después llegamos a la inmobiliaria, nos quedamos alucinados. Pensábamos que sería una oficinita normal con un par de personas para atender, que es lo que se suele ver en la ciudad, pero se ve que se mudaron a las afueras por algo. Aquello es un emporio. Al entrar fui a recepción (que por cierto, estaba decorada con las "algues" de plástico que teníamos nosotros colgadas en casa, y algunos recordaréis), y una señora un poco estirada me preguntó qué quería. Le dije que veníamos por un anuncio, que habíamos estado en la dirección que supuestamente tienen pero que claro, ya no estaban allí, y que no habían contestado a mi mail. La señora me dijo que "todo era muy extraño" y que si teníamos cita. Se ve que mi inglés era malo o su oído era peor. Le expliqué que no tenía cita porque al contactar con ellos no había contestado nadie y preferí ir en persona. De lo de la dirección me dijo que "era raro de verdad". Como dice Alejandro, le tenía que haber contestado que lo tomo con leche y azúcar, porque vamos, tras recorrer varios kilómetros y plantarte en una oficina donde supuestamente quieren venderte o alquilarte un piso, el trato no fue demasiado cordial. Pero me dijo que por favor esperásemos y vendría un agente, pero que normalmente había que pedir cita. Ideas fijas, que se dice.

La zona de espera estaba llena de muestras y catálogos de parquet y tarima, y quedaos con este detalle porque cobrará sentido más adelante. En breve apareció el que debía ser el becario de la inmobiliaria: un chaval alto, rubio y lleno de acné con aspecto de despiste total que se presentó y nos condujo a una pecera de cristal muy moderna y todo eso: superpantalla, mesa de reuniones, y un detalle estupendo: puzzles y libros para que los niños se apalanquen en una esquina a jugar, algo que hicieron los nuestros al momento. Esto fue lo único bueno que podemos decir de la inmobiliaria esta.

En la mesa además del megapantallón había tarros con azúcar de varios tipos, botecitos de crema para el café, etc. Mi agudo poder de deducción me hizo pensar que las peceras están pensadas para agasajar al cliente y enseñarle cosas en pantalla mientras paladea un café, pero el coleguita no hizo ademán ni de encender la pantalla ni de invitarnos a nada, así que pasamos por alto la ausencia de café y fuimos al grano. Le explicamos lo que buscábamos, la zona, los metros, etc., y resulta que el piso que nos gustaba está sólo disponible para ciudadanos "senior", es decir, de más de 55 años (son una especie de pisos protegidos que el gobierno oferta a gente mayor). Así que nuestro gozo en un pozo.

Una vez más tuvimos que oír lo caro y difícil que es alquilar en Ámsterdam. El becario nos dijo que a los gastos de alquiler había que sumar además los de suelo. Aquí sí que se nos notó la cara de pasmo y paletez. ¿Gastos de suelo?, preguntamos. Pues sí, gastos de suelo. Resulta que muchos de los pisos se alquilan sin solado, es decir, que el suelo viene de obra (listones toscos de madera o bien suelo de cemento) y cada cual se encarga de poner el suelo que prefiera: moqueta, parquet, tarima, etc. Y aquí entran en juego las muestras de tarima que esta gente tiene por todas partes. A partir de aquí el diálogo va siendo cada vez más surreal.

Nosotros: Pero vamos a ver, alma de cántaro, ¿me está diciendo que para meterme en un piso de alquiler tengo que poner yo el suelo? Y si por eso de echarnos unas risas, nos lo planteásemos, ¿de qué precio estamos hablando, cuánto más hay que pagar?
Becario (con sonrisilla condescendiente y siguiendo esa odiosa costumbre heredada de los yanquis que consiste en no mojarse con nada, no sea que luego le demandes): eeeeh, verán, estoooo... pues depende, hay suelos para todos los bolsillos, claro. Pero no les podría decir...
Yo: veamos, ¿cuánto sale el suelo más barato que tienen?
Becario: pueeees... así asá, no sé el precio exacto perooooo... unos 15 euros pero con la mano de obra subiría, claro. No sé, el precio varía, según los metros y tal...
Yo: ¿y cuánto sería el precio instalado por metro para ese de los 15 euros?
Becario: vaya... yo diría... claro, no lo puedo decir seguro... eeeeeh... unos 30 euros o así.
Yo: o sea que a 30 euros el metro, si el piso tiene 70 metros la broma nos sale por 2.100 euros.
Becario: se podría decir eso, sí.
Alejandro: eso es absurdo, en algún momento alquilarán pisos cuyo suelo haya sido puesto por anteriores inquilinos, ¿no?
Becario: a veces se lo llevan consigo. Y si es moqueta siempre se quita, por higiene.
Alejandro: ¿no tiene ningún piso en el que se hayan dejado el piso puesto?
Becario: sí, claro, pero entonces hay que pagar un suplemento al alquiler por el suelo, al anterior inquilino. 150 euros o así. Si el suelo lo ponen ustedes, pueden pedir eso al que venga luego, claro. Tenemos aquí unas muestras de tarima estupenda que...

Dice mucho de nuestro cansancio que no nos levantásemos sobre la marcha. En vez de eso, le preguntamos si no tendría por casualidad un piso en el que ya hubiese un suelo amortizado y sin gastos extra, en la zona clave, por un precio razonable. Yo aún albergaba la esperanza de que encendiese el pantallón y nos hiciese una demonstración tipo Minority Report pero qué va. Salió y volvió al poco rato con un folio en el que salía un plano de un apartamento.

Becario: éste tiene suelo y está en la zona que dicen.
Yo: ¿ves? no era tan difícil. Buen chico. Anda, tómate un café y trae otros dos para nosotros.

En realidad no dije esto último, me lo he inventado. Estábamos alucinados, tras tanto rollo y presentación, un folio de la distribución del piso y poco más.

Nosotros: ¿hay fotos de esto?
Becario: pues no, de esto sólo tenemos la distribución.

Aquí ya decidimos que teníamos tema de conversación y cachondeo para el resto del día, así que nos despedimos del chico y nos fuimos de vuelta a la ciudad. La paliza de bici hasta allí nos había dado un hambre horrible y encima teníamos el chasco, así que decidimos irnos al que solía ser el mejor chino de la ciudad, el New King. Sigue estando bien pero la calidad-precio ya no es lo que era. Luego pasamos por la inmobiliaria del primer día a darles un toque y de ahí al Vondelpark, donde echamos un rato viendo patos, echados en el césped con la famosa manta de picnic y comentando lo de la inmobiliaria.

Por último, subimos por el Jordaan (el barrio más bonito de la ciudad, posiblemente) hasta el ferry, donde como anécdota vimos esperando para subir a un fan de Pierre Nodoyuna y su loco cacharro (véase foto debajo), y llegamos un rato después a casa donde me puse a buscar pisos por internet. Encontré varios (con suelo) y pedí información; hoy me ha contestado uno, precisamente el que más nos gustaba, y con suerte mañana podremos ir a verlo. Ya os contaremos.


14 comentarios:

  1. Sonia Rosa MOntesinos9 de agosto de 2012, 23:13

    Me parto con la conversación con el comercial "acnéico",...
    Puedo llegar a entender que por higuiene, la moqueta la quiten de un inquilino a otro, pero claro,..aquí en las condiciones mínimas de habitabilidad para poder alquilar algo como vivienda se incluye el pavimento, no?
    Surrealista, si señor.
    Pero que pasa con los pisos? que son muy caros o que no abundan? por cuanto anda uno decente?

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    1. Sonia Rosa MOntesinos9 de agosto de 2012, 23:15

      coño, se me escapó por ahí una u¡¡

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    2. Pues las dos cosas, son caros y no abundan. En Holanda la densidad de población es muy alta y por tanto hay mucha demanda, más aún en las ciudades grandes.
      Para un piso de 2 dormitorios relativamente céntrico, calcula pagar de mil para arriba. Si es un estudio pequeño la cosa mejora, hay por 500-600.
      También es verdad que aquí el sueldo mínimo son 1600 euros así que en proporción a los salarios la cosa no es tan terrorífica como parece a simple vista.

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  2. Buenas noches, os tengo que felicitar por el reportaje y la "graciosa" entrevista. Espero que la mofletes y Javi estén bien, vosotros ya sois mayorcitos y lo estareís.
    Un abrazo
    Ernesto

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    1. Gracias tío, los niños están muy bien, mejor que nosotros porque aún ignoran lo que es buscar piso en Holanda. Esperamos que tú también estés bien. Abrazos de la tropa emigrante

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  3. Ya le he dicho a Felix que nos vamos a Amsterdam a montar "Parquets Amsterdam"...creo que puede ser un buen negocio

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    1. No es ninguna tontería, jejeje
      Cuando me pongo a buscar anuncios de pisos lo primero que hago es ver si tienen suelo y en 2º lugar la ubicación, con eso ya vas descartando muchos.

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  4. Que jetamen se marca el personal....lo que te digo...poco más y te cobran hasta por respirar!!!...veo buena idea lo de montarse una empresa de tarimas económicas! :))...estoy segura que vuestra oportunidad de piso está por llegar, tiempo al tiempo!! Besos y ánimos!!

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    1. Gracias Moni! Yo ya sé que al final conseguiremos algo, pero no veas lo que hay que perseguir a las inmobiliarias aquí. Hoy mismo me contestó una inmobiliaria, que el piso que me interesa sólo se puede ver un día por semana y solamente por las mañanas. Es alucinante. ¡Pero no desistiremos! ;)

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  5. Creo que todos estábamos esperando el momento "entrada" de Alejandro con su lógica respuesta. Realmente es absurdo y si tan bien hacen todo, ¿por qué complican ese tema de tal manera?
    Vamos que si te compras una casa en Holanda ¿no tiene suelo? y, si lo alquilo amueblado ¿se supone que los muebles están sobre el cemento? Totalmente surrealista.

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    1. Hombre, las cosas en general se hacen bien pero siempre hay un toque extraño que te choca. Aquí lo verán como normalísimo pero para nosotros la idea de que te vendan el suelo aparte no tiene mucho sentido... He podido comprobar que es más una cosa de algunas inmobiliarias, porque otras te alquilan casas normales con suelo y todo. Sólo se me ocurre que sea porque se trata de alquileres a muy largo plazo y en ese caso no te importa tanto elegir el suelo.

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  6. Yo me quedé con ganas de veros la cara cuando después de tanta mariconada os aparece con el folio, pobrecitooos, pa matarlo con un cacho de tarima de muestra

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