martes, 21 de agosto de 2012

A la de dos

Ayer empezamos la semana con energía, yendo a ver un piso que parecía razonable de precio (sobre todo porque incluía todos los gastos de agua, luz y comunidad) y por las fotos no estaba mal. En esta ocasión nos fuimos hasta Diemen, que es ya otro municipio pero tan pegado a Ámsterdam que no parece que salgas de la ciudad para nada. Por supuesto, se puede ir en bici (y es un trayecto agradable), pero es una tiradita. Diemen es una opción que tenemos como caso extremo, porque aunque los pisos son más baratos que en Ámsterdam, lo que ahorras por un lado te lo gastas en transporte por otro.

Habíamos quedado con la chica de la inmobiliaria a las 11, con lo que llegamos sin prisas, llegamos un cuarto de hora antes y aprovechamos para echar un vistazo al barrio. A mí me recordó a los pueblos ingleses donde iba a trabajar hace años: zonas con jardines, un centro con todas las tiendas concentradas, casitas mezcladas con bodrios de los años setenta según te acercas a la zona de tiendas. En este caso el piso era de los de los años setenta, más bien feo, pero al menos sabes que estará bien aislado y las escaleras serán un poco más cómodas que las de las casas antiguas. Algunas hasta tienen ascensor. Actitud positiva, nunca negativa.

El piso está en una primera planta. De entrada nos pareció un poco cascado (la puerta con golpes, las escaleras no muy limpias), pero lo más chocante es que los dueños aún viven allí y estábamos visitándolo mientras toda la familia estaba fuera en sus quehaceres cotidianos. Es una sensación rarísima, como si te colases de tapadillo (y conociendo a las inmobiliarias quizá fuese así). Aún estaban las tazas del café en el fregadero y la lavadora terminando el ciclo, pero no había nadie. Yo odiaría que alguien entrase en mi casa no estando yo, para ver si es digna de alquilarse; pero cada cual es como es.

La casa tenía cosas buenas y cosas malas. Las buenas, que tenía un salón bien amplio con terraza, esta última con vistas a una plaza grande con columpios y dos guarderías con lo que bullicio no falta. La cocina era comunicada al salón, algo que aquí se ve mucho. Y aquí terminan las cosas buenas. Lo malo era, por ejemplo, que había demasiadas cosas. Todos los cuartos estaban hasta arriba de objetos, decoraciones y todo tipo de cacharros; pero bueno, eso tiene solución porque al fin y al cabo cuando los dueños se vayan se supone que se llevan casi todo. Además de esto, estaba todo más bien pringoso y polvoriento, lo cual echa para atrás, pero igualmente se puede solucionar echando un par de días de limpieza nada más llegar. Yo sigo sin entender cómo la gente enseña sus casas así; cuando nosotros intentábamos vender o alquilar, nos dábamos unas palizas históricas limpiando la casa y quitando de enmedio todos los trastos para dejarla despejada, y pinté casi cuarto por cuarto; pero la peña pasa de todo y te enseñan la casa con lavadoras pringosas, bolsas de basura en la cocina y camas a medio hacer. En fin. Al menos estaba mejor que el Piso Pierce Brosnan.

Imagen del salón con cocina. 
No tiene mala pinta así, pero en persona pierde mucho.

Lo que menos nos convenció fue que está en Diemen, que llamaremos en adelante el Quinto Diemen porque es un sitio tan apartado que elimina la posibilidad de ir y volver en bici al cole o al trabajo haga el tiempo que haga. Estamos hablando de más de una hora de pedal para mí de ida y otra de vuelta, y unos 40 minutos hasta el colegio, lo cual es un poco paliza. No era, además, una zona especialmente bonita. Pero es que para colmo la de la inmobiliaria me dice que estará disponible a partir del 10 de octubre porque el dueño quiere "limpiarlo un poco". Esto supondría para nosotros buscar un piso para todo septiembre y parte de octubre, a precio de piso vacacional (es decir, caro) y encima ir arrastrando las cosas de un lado a otro el doble de veces; así que lo que te ahorras en el piso te lo gastas en transporte y en el mes y pico que tienes que pagar a precio de oro hasta que esté libre. Esto fue lo que nos echó atrás de verdad, y decidimos seguir con la búsqueda.

Tras este semi-chasco, nos acercamos a un par de inmobiliarias más, que tenían en internet anuncios interesantes. Ya sabemos que no es suficiente con preguntar por mail, hay que ir en persona. En este caso una que tenía un anuncio colgado el sábado que nos pareció muy interesante de precio y localización. El sábado según me llegó el aviso del nuevo anuncio yo ya había enviado mail, pero como vamos aprendiendo, decidimos ir en persona a indagar, y de paso preguntar en cada inmobiliaria que viésemos por el camino.

Hago un inciso para contaros que a estas alturas hemos comprobado que hay tres tipos de inmobiliarias en Holanda, a saber:
  • Inmobiliaria tipo Supermodelo. Van sobradísimas y pasan de ti de entrada, porque te delatas como cliente cutre sólo con entrar a pie en persona en vez de enviar a tu secretario. Estas suelen tener locales de diseño a tope, gente bien vestida pero con un toque seco y un punto de perdonavidas que te atiende con cara larga (cuando no te envían al becario directamente) y por supuesto no te ofrecen nada porque, como nos dijo una ayer, sus presupuestos empiezan en 2.700 euros al mes de alquiler (y deduzco que por tanto, sólo trabajan para Bill Gates cuando viene por aquí y cubren gastos de todo el año sólo con él). No falla que aunque las oficinas están llenas de folletos, bolis de promoción y máquinas de café de George Clooney, no te ofrecen ni un vaso de agua.
  • Inmobiliaria tipo Dory. Tienen locales arregladitos pero no muy grandes; parece que te quieren ayudar y que están encantados de conocerte, y te dan la impresión de que según salgas por la puerta se van a abalanzar sobre el teclado y buscarte el piso de tus sueños a ti y sólo a ti. Todo son sonrisas, comprensión y detalles happy-happy (revistas, bolígrafos, tarjetas con el número directo del agente, etc.) Por desgracia, su piloto de reconocimiento sólo se activa ante tu presencia física real y en cuanto te pierden de vista dejas de existir. Nunca más oyes hablar de ellos y la única manera de que te consigan algo es hacerles abrir el archivo de pisos delante de ti y concertar algo concreto antes de salir por la puerta, rezando para que no se olviden de la cita.
  • Inmobiliaria tipo Santo Grial. las que te consiguen pisos y visitas. Estas, por desgracia, sólo son visibles para los puros de corazón tras una búsqueda mística que incluya la purificación del alma y enfrentarte a tus propios demonios, y como aún no hemos pasado por esa fase no hemos logrado dar con niguna; pero deben de existir porque nos consta que hay gente que ha conseguido alquileres en este país usando inmobiliarias.
Retomo el relato. Llegamos a la inmobiliaria en cuestión, que resultó que entraba en la primera categoría. La tipa que nos atendió levantó una ceja con desaprobación cuando me senté en uno de los confidentes frente a su mesa, y cuando le dije que estaba interesada en el piso que habían anunciado el fin de semana me soltó que ya estaba alquilado (por un momento pensé que iba a oír a Nelson Muntz riéndose de mí). "¿Pero cómo, cuándo?" - dije asombrada, y no por primera vez en esas últimas semanas. "Ah, lo fueron a ver hoy y lo alquilaron ya", dijo la Rottenmeier disfrutando como una enana con el chasco que nos estaba dando. "Ah, vaya. ¿Y tienen algo por el estilo en precio y zona?", pregunté sin esperanza. "Bueno, es que normalmente manejamos cosas de mayor precio... si quiere vaya metiéndose en nuestra web y ve lo que vamos poniendo" (traducción: no se creerá que estoy aquí para conseguirle un piso, ¿no?).

Salimos con una mezcla de sorpresa y cabreo. La sensación me recordó a las películas de gángsters cuando la poli se queja de que alguien se chiva siempre de las redadas: parece que estamos a punto de conseguirlo y cuando llegas creyéndote el primero, el piso ya ha sido mostrado, visto y alquilado. Pero por suerte al poco rato de salir logré dar con un particular que alquila su piso y si todo va bien lo veremos el miércoles, junto con otro piso que nos ha buscado otra inmobiliaria (de las de tipo Dory; entré, me senté e incordié hasta que me concertaron una cita) . El resto del día lo pasé tratando de contactar con más agencias y propietarios y por tanto, no hay mucho más que contar respecto a ayer. Me estoy poniendo muy monotemática con esto de la búsqueda de piso, pero es que de momento es lo que nos tiene más obsesionados... Más variedad de temas en la próxima entrada, palabra.

7 comentarios:

  1. Hija, no me extraña que digas que parece monotema pero es que ahora es prioridad y no tienen mucho tiempo de disfrutar si necesitas todo tu tiempo y energia en buscar piso y en tratar con la clase se inmobiliarias con las que estás topando.
    Los del consulado no pueden echaros una mano?

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  2. Hola Mariajo. Los del consulado han ayudado mucho, nos han recomendado varias páginas de inmobiliarias fiables y de hecho una de ellas es la que nos muestra uno de los pisos mañana. Pero poco más pueden hacer... no sabes cómo están de curro, además.
    De todas maneras me han enviado enlaces dos de mis futuras compañeras de oficina, y entre esos, los que tenía ya, y alguno más que voy encontrando, confío en resolver el tema de una vez para poder respirar tranquila.

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  3. Vaya calvario el de las inmobiliarias!! A ver si encontráis de las de tipo "Santo Grial". Que diferencia de países....aqui en seguida hacen lo que sea para cascante el piso! Ojala os salga ese particular tia!!
    Venga animo que ya queda menos!! Besos!!

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    1. No te lo imaginas, Mónica. Es mucho más fácil encontrar curro, al menos por mi experiencia. Hoy veremos tres pisos, quizá el nuestro esté entre ellos... a la tarde cuento. Besos!

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  4. Ha sido genial la calificación de las inmobiliarias!! Inés soy tu fan :-D

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    1. Gracias N :) la verdad es que mejor nos lo tomamos con humor o acabamos asesinando a algún agente...

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